
¿Cuándo y dónde debemos orar? Afortunadamente, esta pregunta tiene muchas respuestas diferentes. Dios escucha nuestras oraciones sin importar cuándo o dónde estemos orando, no hay un lugar ni momento equivocado para orar.
La Biblia revela muchos tipos de oraciones y emplea una variedad de palabras para describir la práctica. Por ejemplo, 1 Timoteo 2:1 dice:
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres.
Aquí, las cuatro palabras griegas principales utilizadas para la oración son mencionadas en un versículo.
En esta nota, te traemos algunos lugares y tiempos para orar.
Tiempos para orar:
a) En la mañana:
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. (mira Marcos 1:35 RVR1960)
b) Al mediodía:
Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta (Lit. casi el mediodía). (mira Hechos 10:9 RVR1960)
c) En la tarde:
Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena (Lit. las tres de la tarde), la de la oración. (mira Hechos 3:1 RVR1960)
d) En todo tiempo:
Orad sin cesar. (mira 1 Tesalonicenses 5:17 RVR1960)
Lugares para la oración:
a) En el lago (agua):
Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! (mira Mateo 14:30 RVR1960)
b) En la cruz:
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. (mira Lucas 23:42 RVR1960)
c) En el templo:
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. (mira Lucas 18:13 RVR1960)
d) En casa:
Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. (mira Hechos 1:13-14 RVR1960)
e) En la montaña:
Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar (mira Marcos 6:46 RVR1960)
f) Junto al mar:
Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos. (mira Hechos 21:5 RVR1960)
g) Abordo de un barco:
Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho. (mira Hechos 27:23-25 RVR1960)
h) En la cárcel:
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. (mira Hechos 16:25 RVR1960)
i) En todo sitio:
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. (mira 1 Timoteo 2:8 RVR1960)
La oración es una conversación con Dios y debe hacerse sin cesar. Oremos en todo tiempo, a puerta cerrada. Al crecer en nuestro amor por Jesucristo, naturalmente desearemos hablar con Él.
Queremos compartir contigo este pasaje de la Biblia que nos da instrucciones sobre la oración:
Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad. Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agrada a Dios nuestro Salvador, pues él quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Porque no hay más que un Dios, y un solo hombre que sea el mediador entre Dios y los hombres: Cristo Jesús. Porque él se entregó a la muerte como rescate por la salvación de todos y como testimonio dado por él a su debido tiempo. Para anunciar esto, yo he sido nombrado mensajero y apóstol, y se me ha encargado que enseñe acerca de la fe y de la verdad a los que no son judíos. Lo que digo es cierto; no miento. Así pues, quiero que los hombres oren en todas partes, y que eleven sus manos a Dios con pureza de corazón y sin enojos ni discusiones. Y quiero que las mujeres se vistan decentemente, que se adornen con modestia y sencillez, no con peinados exagerados, ni con oro, perlas o vestidos costosos. Que su adorno sean las buenas obras, como corresponde a las mujeres que quieren honrar a Dios. La mujer debe escuchar la instrucción en silencio, con toda sumisión; y no permito que la mujer enseñe en público ni domine al hombre. Quiero que permanezca callada, porque Dios hizo primero a Adán y después a Eva; y Adán no fue el engañado, sino la mujer; y al ser engañada, cayó en pecado. Pero la mujer se salvará si cumple sus deberes como madre, y si con buen juicio se mantiene en la fe, el amor y la santidad. (mira 1 Timoteo 2:1-15 DHH94I)

