
El corazón alegre se refleja en el rostro, el corazón dolido deprime el espíritu. (mira Proverbios 15:13 NVI)
¿Qué es la felicidad?
Podemos decir, en pocas palabras, que la felicidad es un estado de ánimo que dota a quienes la disfrutan de una sensación de autorrealización y plenitud para con uno mismo. En otras palabras, la felicidad es la sensación de sentirse bien consigo mismo, con las personas y circunstancias que nos rodean.
Ser feliz es no dejar de crecer. Conocer los propias posibilidades y ponerlas en funcionamiento. Por desgracia, hay mucha gente que se detiene, que se decide a no crecer. Muchas personas se quedan en el egocentrismo de la adolescencia, o en la dependencia de la infancia. Eso es, precisamente, renunciar a la felicidad. Porque la felicidad del adulto no puede ser la del joven, y menos la del niño. Ser feliz significa sacar de sí mismo lo mejor que uno tiene.
Es un hecho que todos buscamos la felicidad, de una manera u otra todos buscamos estar y sentirnos bien. Sin embargo, desde la perspectiva divina, la felicidad no consiste en las posesiones materiales, porque como dice la escritura “…¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36 RVR1960).
Los enemigos de la felicidad
Si en este momento, nos hiciéramos la siguiente pregunta: ¿Quién es el enemigo de la felicidad?, rápidamente nos contestaremos que “satanás” o “el diablo”, pero analizando un poco a profundidad, los enemigos de la felicidad resultamos ser nosotros mismos. ¿Por qué nosotros mismos?, por la simple y sencilla razón de que somos nosotros los que administramos nuestra vida con nuestras decisiones, Dios está ahí siempre esperando que nos apoyemos en Él para guiarnos, pero los peores errores que hemos cometido no han sido culpa de Dios, sino más bien de nuestra imprudencia o inmadurez, es ahí en donde nos podemos basar para decir que somos nosotros con nuestras decisiones los que determinamos si seremos felices o no.
Razones por las que te estas impidiendo ser feliz:
1. Malos recuerdos del pasado: Hay muchas personas que pasan todo el tiempo recordándose de los malos momentos que vivió en el pasado, a lo mejor ya pasaron 10 años desde que le ocurrió ese fatal episodio -por colocar un ejemplo-, pero aun hoy diez años después siguen martirizándose por algo que sucedió hace mucho tiempo y de lo cual Jesús ya te perdonó y libero. ¿Para qué recordar el pasado si no es un pasado que va a bendecir tu vida?, muchas personas no encuentran la felicidad porque pasan recordando el duro pasado que les tocó vivir.
2. La falta de perdón: Esta es una atadura tremenda para no permitir ser feliz, mientras no aprendamos a perdonar no podemos lograr encontrar la felicidad, porque la felicidad va ligada a un corazón limpio y parte de un corazón limpio es un corazón que sabe perdonar. Muchas personas sienten que no pueden alcanzar la felicidad, pero no se dan cuenta que esa falta de perdón en su vida hacia aquella persona que lo dañó tanto no le permitirá alcanzarla. Para que puedas experimentar la felicidad es necesario que perdones a aquellos que te hicieron algún daño en momento determinado y también es necesario que te perdones a ti mismo, pues ese es otro punto crítico para no alcanzar la felicidad.
3. La auto conmiseración: Hay personas que todo el tiempo pasan auto conmiserándose, es decir, tienen una muy baja autoestima y creen que no son dignos de ser felices, quizá porque les ha tocado vivir una vida muy dura y creen que en los caminos del Señor tienen que seguir sufriendo. Es momento de dar un alto y entender que hemos sido llamados a victoria y no a derrota.
4. Buscar la felicidad en donde no la está: Muchos creen que la felicidad es tener alguien que te quiera mucho, un buen automóvil, una casa de lujo y mucha ropa de marca y de diseñador, y al no obtenerlo los hace ser infelices, ¿Te das cuenta que equivocados estamos en cuanto a la felicidad?, muchos dicen no ser felices quizá porque la persona que ellos querían no les hizo caso, o quizá porque no pudieron comprarse el automóvil que siempre soñaron, esas son felicidades vanas, la verdadera felicidad no está en lo material, ni en lo humano, sino más bien en lo espiritual, lo demás es un complemento, es decir, que el auto no está mal, ni mucho menos la mujer o el hombre de tus sueños, pero antes de todo eso Jesús te quiere dar una verdadera felicidad.
No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar. (mira Mateo 6:19-20 DHH94I)
5. El negativismo: El negativismo lo que hace es perjudicar tu vida y quitar la paz que en tú corazón Cristo quiere que reine. En este punto, también podemos decir que otro enemigo de la felicidad son los pensamientos negativos relacionados con el trabajo, el estudio, la familia, los amigos, la sociedad, contra nosotros mismos, etc... Esta clase de pensamientos lo único que hacen es tratar de hundirte en la infelicidad, estos pensamientos andan rondando todo el día tu mente y provocan muchas cosas como: aislarte de las personas, anular cualquier motivación, te agotan, te restan posibilidades para triunfar en la vida, te hacen que rías menos, te hacen que te enojes más seguido y con más facilidad, afectan tu salud y acaban deprimiéndote.
Hay pensamientos que lejos de bendecir tu vida te están alejando de Dios, es hora de examinar nuestros pensamientos y desechar todos aquellos que te estén llevando al fracaso espiritual. Los pensamientos negativos no solo aparecen de la nada, tienen que tener una fuente de donde se alimentan, así que examina muy bien que es lo que estas viendo, que es lo que estas oyendo y que es lo que estas diciendo, pues dependiendo de eso, así serán los pensamientos que vendrán a tu vida.
El secreto para ser feliz
Hace muchísimos años, vivía en la India un sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacia ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante el un niño y le dijo:
— Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas que debo hacer para conseguirlo?
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le respondió:
— A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad, son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.
Seguidamente el sabio compartió con el niño una serie de pasos que debía seguir si quería ser inmensamente feliz. A continuación, te los enumeramos:
Primer paso: Debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mi, no hay obstáculo que no pueda vencer. Este paso se llama autoestima alta.
Segundo paso: Debes poner en práctica todo lo que dices que eres; si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
Tercer paso: No debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
Cuarto paso: No debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie, ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú perdona y olvida.
Quinto paso: No debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo con las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
Sexto paso: No debes maltratar a nadie, todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Último paso: Levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices.
Comienza a poner en práctica cada uno de estos pasos y alcanza la felicidad en tu día a día.

